Teopancalaquis (“Entrada del pueblo a la casa de Dios”)
19:32 Edit This 0 Comments »Llega el 27 de agosto, es la víspera y el día en que inicia la feria de San Agustín. Todo comienza por la mañana con el "Teopancalaquis", que consiste en hacer un recorrido por el pueblo que inicia en la comisaria municipal y es encabezado por la autoridad, los mayordomos y los habitantes que portan flores que será la cuelga a San Agustín.
El recorrido se realiza por las principales calles de la comunidad, adornadas con vistosos tendidos de plástico de colores recortados con figuras de flores y animales; se recorren los cuatro barrios tradicionales; San Agustín, Santa Cruz, Guadalupe y San Isidro, la música de viento ameniza el recorrido y es seguido por los conjuntos de danzas como los Tlacololeros, los Manueles, los Moros cabezones, los Diablos negros, los diablos rojos, los Pescados, los Dinos y la Tortuga, que al ritmo de los variados sones dan alegría y color con sus vistosas vestimentas a lo largo del trayecto.
El interior también es adornado con flores, boas de ocote y velas, en el centro del altar, la imagen de San Agustín y a sus pies arreglos de flores finamente elegidos para esta ocasión, en la puerta de la parroquia un grupo espera impaciente el momento para recibir al pueblo con el estandarte de la parroquia y cadenas de flores de cempasúchil y papeles de colores que serán colocados a la autoridad y mayordomos como se hace en cualquier fiesta del pueblo para recibir al visitante antes de entrar a la casa del festejado.
A lo lejos se escucha el trueno de los cohetes, que es el aviso de la proximidad del recorrido; en las calles se escuchan los gritos de los niños que son perseguidos por el tigre manso, personaje de la danza de los Tlacololeros que en cuya mano porta un chile verde que será untado en la boca del niño que sea alcanzado y como castigo por las maldades dichas a este personaje.
Por fin llega el contingente, se escucha el repicar de las campanas por varios minutos, son recibidos por el sacerdote del lugar que invita a pasar a la iglesia, se entonan gustosamente las tradicionales mañanitas al Santo Patrón, uno a uno van entrando los habitantes y los grupos de danzas que colocan sus flores o cuelga a los pies del altar, mientras la música de viento entona melodías alegres para amenizar la fiesta.
En el atrio, las danzas inician sus bailes tradicionales, se escucha la flauta y el tambor de los Tlacololeros y de los moros, el resonar en el piso de los machetes de los pescados y los Santiagos, el sonido que emite la caja y la quijada de burro de los diablos, así también se observa el remolinar de la gente que se dirige a la casa de los mayordomos de Santa cruz a disfrutar y saborear el tradicional pozole acompañado del delicioso mezcal, así también al barrio de San Agustín donde se inicia la elaboración del arco de flores que más tarde será colocado en la puerta principal de la iglesia.
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